«Me siento infinito»

«The Perks of Being a Wallflower» (o «Las ventajas de ser un marginado» como se le llamó en España o «Las ventajas de ser invisible» como se conoció en México) es un retrato sobre la vida adolescente en la década de los 80’s de un grupo de personas «marginadas», o «inadaptadas» como se les conoció popularmente en esa década («nerds»).

 

«Aceptamos el amor que creemos merecer»

Y este retrato aborda diversas problemáticas desde la mirada de Charlie -Logan Nerman-, un joven proveniente de una familia católica, cargado de culpas (principalmente por la relación con una Tía ya muerta y que contiene una subtrama que profundiza más su personalidad), con cierto desequilibrio mental que se desencadena no solo por la problemática anterior sino al entorno que normaliza la violencia (física, verbal, bullying), el rechazo a lo diferente (aunque queda claro que todos son diferentes y el miedo a ser expuesto detona el ataque a la persona más vulnerable, en este caso quienes ingresan a primer año), el uso y el abuso de las drogas y el alcohol, la soledad y el propio sentimiento de búsqueda y de incomprensión que todas y todos vivimos en esa etapa.

 

«-Charlie, se que sabes que me gusta Craig, pero quiero que nos olvidemos de eso un momento, ¿de acuerdo?
-De acuerdo.
-Sólo quiero asegurarme que la primera persona que beses te quiera».

La historia de Charlie es el hilo conductor de este drama adolescente, con un guión muy sólido, y que encuentra su tabla de salvación en los hermanastros Patrick (Ezra Miller) y Sam (Emma Watson) y sus amistades: una aspirante a estudiante de cine y una budista punk. Ellos conforman la isla de los juguetes descompuestos, un grupo que crea su propio espacio donde cada quien se expresa libremente, donde encuentran contención, cariño, solidaridad, compañía y diversión.

Destacó la actuación de los tres jóvenes, quienes dotan de vida y logran trasmitir la complejidad de las historias que cada personaje carga a cuestas.

«The Perks of Being a Wallflower» aunque es una película sobre adolescentes contiene un drama muy bien orquestado sobre cómo se vive y sobrevive la adolescencia y cómo a pesar de que podremos recordar momentos difíciles en esa etapa de búsqueda de la identidad también conservamos en nuestra memoria momentos en los que nos sentimos infinitos.

 

«Y todo esto será historia y nuestras imágenes se volverán viejas fotos. Y todos nos volveremos el padre o la madre de alguien. Pero en este momento, esos momentos no son historias. Está ocurriendo. Estoy aquí y la estoy viendo. Y es tan hermosa. Puedo verlo. Ese momento en el que sabes que no eres una triste historia. Estás vivo. Y ves las luces de los edificios y lo que te hace preguntarte. Y estás escuchando esa canción con la gente que más quieres. Y en ese momento, juro, somos infinitos».