Excelente documental que explora a unas personas, marginales unos y otros exitosos ante la sociedad, con un común denominador: su inclinación erótica, y señalan afectiva, por los caballos.

El tema en sí es tabú, y un tabú muy grande. Y que por lo mismo no es fácil acceder a la propuesta del director que es presentarnos ese submundo donde un grupo de personas se reúnen para realizar prácticas sexuales afines.

Y alrededor de este sórdido tema, Devor presenta con elegancia, con muy buen gusto en la fotografía, en la música, y en el acercamiento a las historias de estas personas varias cuestiones que, sin juzgarlas, dejan una veta de amplio debate sobre el tema como el supuesto libre albedrío con el que los animales se incorporan a las prácticas, la persecusión por parte de la ley en algunos estados y el vacío en otros, el papel del internet, la soledad, la marginalidad, etc.

Irónicamente, un documental tan bien hecho que aborda las prácticas marginales de ciertas personas quizás quedará también condenado a la marginalidad. En realidad es muy recomendable por su forma y su contenido.