«Las construcciones además, se hacen “haciéndose” y no podemos afirmar tampoco entonces que estas creen identidades comunes para todas las personas; ya que esta afirmación negaría al cuerpo como lugar de acción, dándole un papel pasivo que no tiene y no le corresponde. Percibir los discursos socio-‐culturales (que no dejan de ser políticos) con el cuerpo como objeto-‐pasivo afectado por el discurso y que encarna a este sin resistencias, es negar toda posibilidad de poder del mismo. Según Judith Butler (BUTLER, 2010, p. 273), el género no debe considerarse una identidad estable o un sitio donde se funde la capacidad de acción y de donde surjan distintos actos, sino más bien como una identidad débilmente formada en el tiempo, instaurada en un espacio exterior mediante una reiteración estilizada de actos. En otras palabras, mujeres y hombres ⎯como identidades construidas⎯ no son estables en sus construcciones. Las construcciones son complejas y se encarnan de diferente forma según la persona. Por tanto, el género entendido como una serie de conceptos que hacen que un sexo determinado se desarrolle siempre de una forma es, desde este punto de vista, una idea errónea.»
EXPERIENCIAS EXITOSAS. MUJERES QUE HAN ROTO EL CICLO DE VIOLENCIA. VIOLENCIA BASADA EN GÉNERO EN LA RELACIÓN DE PAREJA.
MAR GALLEGO, LIZA GARCIA, INVESTIGADORAS.