(…) podemos decir que la violencia contra las mujeres tiene un doble sentido: de una parte, una violencia que se produce de mano de aquellas personas que consideran que el mero hecho de haber nacido con una dotación biológica (asignada socialmente a las mujeres) es señal inequívoca de la inferioridad de lo femenino, siguiendo los mandatos de las jerarquías patriarcales y androcéntricas impuestas. De otra parte, se produce una violencia contra las mujeres por no asumir el género al que se le obliga debido a su sexo, es decir, por no asumir roles considerados femeninos que, según estas posturas, “tienen” que reproducirse con el género femenino. Esto es tan así, que las mujeres que no asumen comportamientos no considerados “femeninos”, son tachadas por estas personas de “antinaturales”; siempre bajo el pretexto de que el género es una cuestión natural: no construida (algo que niegan de forma constante las teorías de género). Esta “naturaleza femenina” no va nunca separada de la heteronormatividad.
EXPERIENCIAS EXITOSAS. MUJERES QUE HAN ROTO EL CICLO DE VIOLENCIA. VIOLENCIA BASADA EN GÉNERO EN LA RELACIÓN DE PAREJA.
MAR GALLEGO, LIZA GARCIA, INVESTIGADORAS.