El pensamiento científico puede ser de gran utilidad en la vida cotidiana en la medida que permite estructurar la información de una forma sistematizada, ordenada y, en cierta forma, imparcial y objetiva para tomar las mejores decisiones.

Asimismo, se puede extender el método científico a otras disciplinas que podrán enriquecerse con sus pasos de observación, inducción, hipótesis, experimentación, demostración o refutación de la hipótesis y tesis o teoría científica (1).

Lo anterior, aunado a una visión holística en donde tomemos en cuenta no solo la cosa o el objeto estudiado sino la interacción a lo que el Dr. Gershenson llama “estudios de complejidad” (2) entre la cosa o sistema estudiado y el contexto en el que se desarrollará, quizás nos permita tener mejores herramientas para predecir escenarios, tomar mejores decisiones e incluso preparar estrategias de contingencia.

Partiendo de lo anterior, considero que el paradigma de la complejidad tiene el potencial de enriquecer otros estudios como los trabajos y las propuestas del feminismo para trascender a una sociedad más igualitaria.

Sobre este tema, me concentraré en la igualdad de participación política entendida como la participación paritaria de hombres y mujeres en los cargos de representación popular a nivel federal en nuestro país.

A nivel internacional existe el consenso de que las acciones afirmativas serán “medidas especiales de carácter temporal encaminadas a acelerar la igualdad de facto entre el hombre y la mujer” (artículo 4 de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer o CEDAW) y entre ellas se encuentran las cuotas de género, con un gran avance en México a partir del año 2006 que fueron introducidas.

En el contexto federal, en el Proceso Electoral de 2012 la ley contemplaba una cuota de 60/40 y a partir de la elección federal del año 2015 existe una propuesta que sea de 50/50(3). Actualmente (4) los 500 cargos de la Cámara de Diputados están integrados por 62.6% hombres y 37.4% de mujeres y los 128 cargos de la Cámara de Senadores tienen un porcentaje similar.

Si partimos que las cuotas de género son un medio para lograr la igualdad sustantiva, en este caso, en cuanto a participación política entre los géneros será relevante preguntarse: ¿Cómo se medirá el resultado positivo o negativo de las cuotas de género en la consolidación de una igualdad en la vida política?

Los porcentajes de integración en las Cámaras Alta y Baja tendrán que ser vistos como un medio, y no como un fin, si se pretende que esas medidas sean temporales y que al momento de retirarlas se tenga la seguridad de que la interacción entre dichas cifras no volverán a ser acaparadas por los hombres.

En este sentido, considero que los futuros estudios sobre el avance en la participación política de las mujeres podrán enriquecerse de una visión holística y compleja donde se incluya lo siguiente:

1. El número de comisiones que hombres y mujeres encabecen y trabajen de manera conjunta, independientemente de las afinidades políticas, a favor de iniciativas que signifiquen mayor igualdad hacia las mujeres en otros espacios que a mediano y largo plazo interactuarán con la participación política de las mujeres como: el control de la natalidad y la salud reproductiva, la educación, la alimentación, el trabajo igualmente renumerado con respecto a los hombres, las violencias basadas en género y el acceso a la justicia.
2. Y, el número de iniciativas de ley aprobadas con participación paritaria a favor de una igualdad en los temas anteriores pero al mismo tiempo a favor de la democratización de los partidos políticos y los medios masivos de comunicación. Los partidos políticos son quienes por ley postulan a las personas candidatas. Si bien, las cuotas de género les obligan postular mujeres se tendrá que trabajar en mejorar los procesos de selección y esto implicará regular su vida interna y sancionar su incumplimiento. Los medios masivos tendrán que apegarse a un protocolo de comunicación alejado de los estereotipos y prejuicios de género puesto que ellos tienen un gran poder en la propagación de las ideas y de la información (o desinformación) hacia toda la sociedad.

Para el presente trabajo me concentraré en la primera parte de la propuesta número 1 en relación a la Cámara de Diputados. Sobre este tema analizaré lo siguiente:

1. La conformación de las presidencias de las comisiones ordinarias (por cuestión de espacio omitiré de este análisis a las comisiones especiales, bicamerales, de investigación, de grupos de amistad, de grupos de trabajo y de parlamentos internacionales).
2. Dado que la Presidencia y las Secretarías de la Comisión (llamadas Juntas Directivas) tienen, entre otras funciones, presentar el proyecto del programa de trabajo a las personas integrantes de la comisión; proponer los estudios, audiencias, investigaciones, etc; proponer criterios de funcionamiento interno; se analizará la conformación por género de las secretarías de la comisión (al margen de sus integrantes y de la presidencia).(5)
3. Finalmente, se incorporará el análisis de la participación de las mujeres en la integración de las comisiones, incluyendo presidencias, secretarías y demás personas integrantes.(6)

La integración por género de la LXII Legislatura de la Cámara de Diputados al 23 de junio de 2013 es del 62.6% de hombres y 37.4% de mujeres. Considerando que la ley electoral federal contempla que las candidaturas no podrán ser de más del 60% de un mismo género se registra una sobrerrepresentación del género masculino del 2.6%, siendo el PAN (67.5% de diputados hombres) y el PRI (61.5% diputados hombres) los únicos partidos que contribuyen a esta sobrerrepresentación masculina. Las representaciones alcanzadas por el resto de los partidos respetan las cuotas de género señaladas por la ley: PRD, 63.0%; PVEM, 57.1%; MC, 60.0%; PT, 60.0%; y, NA, 50.0%

Se esperaría que aproximadamente el 37% de las presidencias de las comisiones ordinarias recayeran en mujeres pero esto no es así. La Cámara de Diputados registra 56 comisiones ordinarias de las que 43 (76.8%) son presididas por hombres y 13 (23.2%), por mujeres. Partiendo nuevamente de la cuota de género establecida en la ley federal como referencia, se observa que la sobrerrepresentación masculina ahora es del 16.8% en las presidencias de las comisiones ordinarias.

Algunas de las atribuciones de las Presidencias de las Juntas que señala el Reglamento de la Cámara de Diputados Directivas son las siguientes (artículo 140): presidir y conducir las sesiones, convocar a las reuniones ordinarias de la comisión, conceder la palabra y dirigir los debates, designar y proponer la contratación del Secretario Técnico y de los asesores parlamentarios, son las personas responsables de los expedientes que pasen a su estudio y dictamen, entre otros. Es por lo tanto, la figura que concentra un gran poder político dentro de las comisiones ordinarias.

A continuación se presentan las 13 comisiones ordinarias presididas por mujeres. Entre paréntesis se señala el total de personas que las integran: Asuntos Indígenas (29), Cultura y Cinematografía (29), Reforma Agraria (27), Trabajo y Previsión Social (27), Transparencia y Anticorrupción (27), Derechos Humanos (26), Distrito Federal (26), Medio Ambiente y Recursos Naturales (25), Igualdad de Género (25), Atención a Grupos Vulnerables (23), Asuntos Migratorios (19), Fomento Cooperativo y Economía Social (17) y Derechos de la Niñez (13).

El PRD tiene 5 diputadas presidentas de comisiones ordinarias, lo que representa el 13.5% de todas sus diputadas; el PRI, 5 también y esto representa el 6.01% de sus diputadas; el PAN tiene 2, y esto representa el 5.4% de sus diputadas; y, finalmente, el PVEM cuenta con 1 diputada que equivale al 8.3% de sus parlamentarias.

Algunos datos relevantes de esta 13 comisiones presididas son las siguientes: contiene la única comisión compuesta al 100% por un solo género: la comisión de Igualdad de Género conformada por 24 mujeres; registra 3 de las 10 comisiones más “pequeñas”, con menos de 20 personas integrantes (presidencia, secretarías e integrantes) que son las siguientes: Jurisdiccional (12 personas), Derechos de la Niñez (13), Cambio Climático (14), Asuntos Frontera Norte (16), Fomento Cooperativo y Economía Social (17), Régimen, Reglamento y Prácticas Parlamentarias (18), Desarrollo Municipal (19), Población (19), Asuntos Migratorios (19) y Pesca (20); y, registran el mayor promedio en cuanto a la mayor participación de las mujeres en la conformación de las secretarías (57.0%) con respecto al promedio de todas las comisiones ordinarias (41.2%).

Por otra parte, y para efectos comparativos se presentan a continuación las 16 comisiones ordinarias con mayor número de personas integrantes, 30 personas o más. Esta información es significativa puesto que hablaría de los temas que generan mayor interés en las personas diputadas, independientemente de su género. Se coloca entre paréntesis el total de personas que las integran: Hacienda y Crédito Público (44), Presupuesto y Cuenta Pública (44), Desarrollo Rural (30), Economía (30), Salud (30), Transportes (30), Turismo (30), Educación Pública y Servicios Educativos (30), Puntos Constitucionales (30), Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación (30), Comunicaciones (30), Energía (30), Gobernación (30), Infraestructura (30), Relaciones Exteriores (30) y Vivienda (30).

Es relevante señalar algunas características de estas 16 grandes comisiones: en ellas se concentra un gran poder político y económica con respecto a los temas que se discuten en su seno; en todas ellas ninguna mujer preside la presidencia de alguna comisión; la mayor participación de las mujeres en las secretarías es del 60% (Relaciones Exteriores), la menor participación es del 9.1% (Energía) y el promedio de participación de las mujeres en las secretarías de estas 16 comisiones es del 32%; la mayor participación de las mujeres como integrantes (no presidencias ni secretarías) es del 65% (Salud), la menor participación de mujeres como integrantes es del 3.8% (Presupuesto y Cuenta Pública) y el promedio de la participación de mujeres como integrantes de estas comisiones es del 32.6%.

Por otra parte, sin perder de vista el paradigma de complejidad vinculado a la perspectiva de género es importante señalar la siguiente propuesta:

1. No se pretende que las acciones afirmativas tengan como consecuencia el control mayoritario de las mujeres de algunas comisiones como no se espera lo mismo de los hombres.
2. El trabajo será analizar cómo se dan las dinámicas entre hombres y mujeres dentro de las comisiones.

Por lo tanto, es importante determinar cuántas comisiones están sobrerrepresentadas por cualquier género, sea masculino o femenino.

Nuevamente teniendo en cuenta la cuota de género de 60-40, se ha determinado que 18 comisiones ordinarias contienen esta proporción (32%) en armonía con la cuota de género a nivel federal y de éstas, cinco son de las comisiones llamadas grandes y cuatro son presididas por mujeres; cinco comisiones ordinarias con una sobrerrepresentación del 60% de mujeres lo que representa el 8.9% de todas las comisiones, cuatro de ellas presididas por mujeres (Igualdad de Género, Derechos de la Niñez, Atención a Grupos Vulnerables, y Cultura y Cinematografía) y 1 por un hombre (Seguridad Social) y no contiene ninguna de las comisiones llamadas grandes; y, 33 comisiones sobrerrepresentadas por hombres lo que representa el 58.9% de todas las comisiones, 11 corresponden a las comisiones más grandes y 5 presididas por alguna mujer.

De este análisis se pueden establecer las siguientes conclusiones:

1. Las cuotas de género previstas en la ley federal (60-40) aún no se reflejan en la representación de la conformación de la cámara de diputados. Es menor: 62.6% de hombres y 37.4% de mujeres
2. Por lo anterior, la conformación de las comisiones ordinarias distan mucho de acercarse a las cuotas de género pero tampoco se acerca a la conformación por género de la cámara de Diputados: 23.2% de las mujeres presiden alguna comisión ordinaria.
3. Todavía el poder de decisión política dentro de las comisiones ordinarias gravita sobre el hombre, tanto en comisiones que ellos presiden (76.8%), como en las comisiones sobrerrepresentadas por hombres (59.9%), como en las características de éstas comisiones que son las que tienden a ser las más grandes en su conformación numérica como por los temas que abordan (vinculados con el ejercicio del poder político y económico).
4. Sin embargo, a pesar de que la proporciones de mujeres es menor con respecto a los hombres se registra una alta participación de las mujeres en los otros órganos de menor poder dentro de las comisiones ordinarias: el promedio de participación de las mujeres en las secretarías de las comisiones ordinarias ronda el 41.2% y como integrantes de ellas (sin ser presidentas o secretarías) ronda el promedio de 38.2%.

El ideal, si se puede hablar de uno, será que la participación paritaria de hombres y mujeres se dé en todas los espacios, es decir, en todas las comisiones ordinarias. De ahí la importancia de subir la cuota de género al 50%.

Si estas dinámicas no llegan a surgir en ambas Cámaras o incluso si surgen pero no suceden con la participación igualitaria de hombres y mujeres quizá se podrá concluir que aún no se ha logrado la igualdad de facto anhelada y, a pesar de las cifras alcanzadas en la composición del Congreso, será necesario mantener las acciones afirmativas –cuotas de género- y volver a observar y estudiar estas interacciones para comprender cómo ha cambiado este entorno y ofrecer soluciones hacia una igualdad que se sostenga por sí sola.

Luisa Rebeca Garza López

Fuentes:

(1)“Método científico”. Wikipedia.org. 23 de marzo de 2013. 02 de junio de
2013. : http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%A9todo_cient%C3%ADfico

(2) Gershenson, Carlos. En Coursera.org (en línea). Universidad Autónoma de México. “Pensamiento Científico”. Unidad 3, Sesión 4. Disponible en internet en :

Haz clic para acceder a doc%2FU3S4_reduccionismo.pdf

(3) Méndez Enrique y Garduño Roberto. Jornada.unam.mx. 08 de diciembre de 2011. 23 de junio de 2013.
http://www.jornada.unam.mx/2011/12/08/politica/014n1pol
(4) De acuerdo a la información oficial de las páginas de la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores al 02 de junio de 2013.

(5) Reglamento de la Cámara de Diputados. Reforma 31 de diciembre de 2012. Artículo 149, numeral 1, 5 y 10.

(6) Se consideraron inclusive las personas diputadas con licencia.