En el documental hay participaciones muy interesantes que hacen diferentes cuestionamientos como:
1. El entorno que determina como construye y te apropias de tu cuerpo. Ya que esto es importante tomarlo en cuenta para las personas trans* que aún recurren a los discursos de verdad de la medicina al momento de interpelarse así mismas. Comprender como el entorno influye en la manera en que concebimos y nos apropiamos de nuestro cuerpo nos permite entender las diferentes posturas con respecto a las diferentes identidades trans*.
2. También reflexionan que no todas las personas cisgénero tienen la oportunidad de cuestionarse cómo es que se han apropiado de su cuerpo. Por lo que ser trans* brinda el desafío que al mismo tiempo se puede volver un privilegio al hacer este cuestionamiento de explorar otras posibilidades que confronten un sistema normativo ya establecido pero que no está exento de la sanción social.
3. Una persona afirma: » no soy hombre ni mujer… Seguramente soy una cosa». Esta reflexión la relaciono con lo señalado en el número uno, es decir, las personas procuramos ajustarnos a la idea de un binario de genero porque hemos crecido dentro de una sociedad que se rige bajo estas normas.
4. También hay valiosas reflexiones sobre que no existe un solo proceso de construir tu identidad de género y tu expresión sexo genérica, tradicionalmente llamadas procesos de transición. Muchas personas trans hemos crecido asumiendo como legítimo el discurso de verdad médico que señala que la ruta para transicionar es primero contar con un diagnóstico médico que te interpele transexual, posteriormente desempeñar psicológica y socialmente de forma exitosa que no es otra cosa más que alinearse a los estereotipos de genero para que posteriormente se pueda ser una persona acreedora a las diversas tecnologías corporales como las terapias de reemplazo hormonal y las cirugías de reasignación genital así como las diferentes prerrogativas legales como el reconocimiento a la identidad de género.
5. Lo anterior fue una lección que a mí me tocó aprender en mi estancia en Tailandia mientras me recuperaba de una cirugía de resignación genital cuando tuve la oportunidad de conocer el caso de una adolescente de 16 años de Sudáfrica quien contaba con menos de seis meses de terapia de reemplazo hormonal y que acudía a una cirugía de reasignación genital acompañada de su madre. La imagen de esta adolescente aún contenía diferentes características relacionadas con lo masculino como vello facial, manzana de Adán así como ciertos comportamientos que asumimos como masculinos. Platicando con un activista de Francia que también se recuperaba de una cirugía, me preguntaba que no hubiera » criterios » para que el doctor aceptara pacientes. La respuesta de mi amiga fue un gran aprendizaje: me dijo que el proceso de una persona no necesariamente tiene que ser el de las otras. Que cada persona vive su propio proceso a su modo, a su ritmo y de la forma que mejor le acomoda y que no podemos juzgarlo.
6. Y aquí comparto una frase que me pareció demoledora: » la gente trans* obsesionada con sus cuerpos existe porque la sociedad está obsesionada con los cuerpos». Esta frase es retomada más adelante por otra persona cuando señala que el cuerpo es un eje problemático transversal en toda la sociedad. Lo anterior me parece muy valioso para preguntarnos lo siguiente: «Como nos hemos apropiado de nuestro cuerpo? Alguna vez hemos reflexionado acerca de esto? Como hemos construido nuestro cuerpo, nuestra identidad, nuestro género, nuestros deseos, nuestra sexualidad, en relación con otras identidades que también poseemos producto de la socialización del entorno en el que hemos crecido como la religión (identidad católica por ejemplo), la clase social (que se espera de nuestros cuerpos, nuestros deseos y nuestras sexualidad a partir de la clase social en la que estamos insertxs), el grupo étnico en el que se ha crecido o se identifica una persona (formamos parte del grupo étnico que se ha vuelto parámetro de la belleza y lo deseable o no y como lo hemos introyectado en nuestra subjetividad), entre otras.
7. También existe una reflexión muy interesante sobre lo que Julia Serano les llama los «gatekeepers» que son personas o instituciones que sirven de guardianes para mantener el orden de las normas de género. En este caso, la regulación que existe en España con respecto a la testosterona que no existe en la misma medida con la progesterona o los estrógenos como si fuera una medida para asegurar el predominio de los hombres cisgénero.
8. También existen diversos cuestionamientos sobre «cómo se define una mujer «completa»? » o » Cómo se define un hombre «completo»?» Y que no es una pregunta ociosa a partir de lo problemático que resulta el cuerpo en toda la sociedad y que nos afecta todas las personas. En el caso de las personas trans* está relacionado con el discurso de verdad médicos y patologizantes así como las tecnologías corporales que buscan alinear los cuerpos hacia una idea de la diferencia sexual como orden natural de los cuerpos. Éste discurso de verdad médico busca alinear los caracteres sexuales primarios y secundarios a las ideas del género binario. Es un claro ejemplo de lo Butler dice que al género le precede el cuerpo y el sexo. Esta idea tiene consecuencias funestas tanto para las personas trans* como para las personas intersex. En el caso de las personas trans* ha impuesto en forma externa o condicionado nuestra subjetividades para que accedamos a la extirpación de órganos sanos, como los genitales, para lograr una aceptación social a partir de la alineación del cuerpo a las ideas del genero social y subjetivo. En el caso de las personas que lo hemos introyectado inconscientemente a partir de los discursos con las que hemos crecido también condiciona la forma en que construimos y vivimos nuestra sexualidad. Sin embargo, como se ha analizado en el caso de las personas intersex creo que la clave está en el ejercicio de la autonomía de cada persona dentro de un entorno en donde podamos cuestionar los discursos de verdad de las autoridades de un momento histórico dado, en este caso las médicas.
9. Como también cuentan en el documental, estos discursos de verdad y un sistema social genéricamente binario pueden llevar al surgimiento del leyes que perpetúan justamente el binarismo como sucede con la ley de identidad de género en España o como sucede con el test de Minnesota también llamado «test la vida real» que trata de validar la » legitimidad» de la identidad de género de una persona trans* a partir de su apego a los estereotipos de género.
10. El desapego de una persona hacia los estereotipos y las normas primarias de género no solamente le cierra puertas hacia ciertas prerrogativas sociales cómo acceder a terapia de reemplazo hormonal género sino que también desencadena diferentes formas de violencia de género puesto que la sola presencia confronta y altera el orden social preestablecido.
11. Por lo que una pregunta que una de las personas participantes se hace tiene gran importancia: que es tú identidad? Tu Identidad es rígida y monolítica? O tu identidad es fluida? La posibilidad de identidades fluidas acaso no da más libertad a las personas para explorar un abanico más amplio de posibilidades de ser, de expresarse, de desear, de amar?
12. Por lo tanto, es necesario que la categoría de sexo siga aún siendo un requisito indispensable para la documentación registral? Yo creo que no y quizás es momento de impulsar este debate.
Rebeca Garza