La reciente victoria de Trump ha levantado señales de alarmas no sólo por su agenda política sino porque su triunfo ha dado carta de naturalización a los prejuicios racistas, misóginos y hacia la población de la diversidad sexual.
Poco después de su triunfo, han surgido agresiones homofóbicas y racistas. Aparecieron en escuelas de Estados Unidos pintas que decían “bye bye Latinos hasta la vista”, “la vida de los negros no importan, tampoco su voto”, “poder blanco” y han llamado “recolectores de algodón” a las personas negras e incluso han llegado a las agresiones físicas.
Esto me parece preocupante por las siguientes razones:
- Sin los pronunciamientos y respuestas institucionales eficaces y prontas que rechacen y sancionen estas agresiones se corre el riesgo de normalizar el discurso de odio y sus manifestaciones.
- Esta normalización no sólo generaría más violencia, sino que pudiera permear en la institucionalización de la discriminación bajo un malentendido discurso de la mayoría por medio de acciones u omisiones que signifiquen estancamiento, en el mejor de los casos, o retrocesos en materia de derechos humanos.
- Lo anterior, puede tener un efecto en México donde grupos conservadores que ya se han pronunciado contra los derechos de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, contra el matrimonio igualitario y las leyes de identidad de género, pueden ver también legitimadas sus aspiraciones al intensificar acciones que rechacen los pocos avances logrados o que modifiquen el entramado institucional que protegen derechos.
El escenario tanto en Estados Unidos como en México parece complicado, especialmente para aquellas personas que encarnan múltiples categorías de opresión: como las mujeres y personas no binarias en situación de precariedad, racializadas y/o con una condición translésbica.
Por lo tanto, me parece que las instituciones y los procedimientos democráticos creados para proteger derechos humanos seguirán estando a prueba ante la constante tensión propia del principio de mayoría que no puede existir si se vulneran derechos de las minorías.
Rebeca Garza
@Rivka_Azatl