Hace poco más de un año realicé una solicitud por rectificación de datos ante la dirección ejecutiva del servicio profesional electoral del Instituto Nacional electoral, hoy he tenido una respuesta favorable.
Recuerdo que cuando habían pasado ocho meses de haber enviado el oficio, mi mente estaba absorta en la organización de la elección local del año 2016, dando seguimiento la rectificación de datos de mi título profesional en la universidad, haciendo la tesis de maestría, entre otras actividades, y recibí una llamada de una persona de esa dirección que me estaba diciendo que ya estaban dando trámite a mi solicitud… Ocho meses después.
Algo que me llamó la atención, es que junto con la titularidad vino un oficio que decía más o menos así: «se informa que se emite nueva titularidad que estaba a nombre (nombre anterior) y que ahora se llama así (nombre actual)».
Nuevamente volví a preguntarme del porqué de la obsesión de ciertas personas por el tema de la suplantación de la identidad cuando, por ejemplo, yo tengo un número que me identifica con empleada y que no ha cambiado;!sin embargo me parece ver una insistencia para documentar de manera oficial, y no se diga en lo social, que las personas trans tenemos una identidad actual pero que siempre tendremos arraigada una identidad que les dará a entiender a ellas y a ellos que esa es nuestra nueva «verdadera identidad», Y esto me parece un ejemplo de violencia cissexista.
Es decir, el perpetuar y reiterar la idea de que las personas trans en realidad no somos las personas que decimos decir y se encarga de que las personas que recién nos conocen lo tengan presente, como sucedió con la persona que me tuvo que hacer la notificación.
Gracias al acompañamiento de la consejera Dania Ravel es que puedo compartir que este trámite a concluido a buen puerto.
Sin embargo, creo que la celebración deja una gran tarea: no puede suceder que trámites de esta naturaleza tarden tanto tiempo y que para que sean exitosos tengamos que contar con el apoyo de alguna persona cercana a las altas esferas.
La rectificación de datos, incluidos los apartados de nombre y sexo, también forma parte de los derechos humanos así como el acceso a la información, a la reservación, protección de datos personales así como a la rectificación de los mismos.
La rectificación de datos de las personas trans no sólo es un tema de respeto al libre desarrollo de la personalidad sino también es un respeto a la protección, rectificación y actualización de datos personales que toda persona tiene en este país, especialmente a partir de la reforma del año 2016.
Rebeca Garza
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