Por David Olvera (@dave_licos). / Fuente: Desastre / Fecha: 14 de diciembre de 2018.
Originario de Aguascalientes y con una larga y exitosa trayectoria como taekwondoin, Ricardo del Real se convirtió en el primer hombre trans en ser miembro permanente del Comité Olímpico Mexicano (COM), organización que se encarga de aplicar los principios de la Carta Olímpica en nuestro país y cuyo trabajo es velar por el desarrollo, protección y promoción del deporte.

Ricardo es miembro permanente del Comité Olímpico Mexicano desde 2001, año en el que fue nombrado debido a su destacado desempeño en el Taekwondo, disciplina en la que representó a México en diversas competencias olímpicas, trayendo de vuelta al país múltiples galardones por su trabajo.
Este nombramiento se dio cuando aún se reconocía como mujer. Ricardo decidió iniciar su proceso de transición de género hace de un año, por lo que se sometió a diversos tratamientos, cambió su nombre de manera legal y comenzó a vivir socialmente como varón.
Esto implicó que Ricardo emprendiera una batalla para lograr el respeto de su identidad, la cual finalmente fue reconocida por el Comité Olímpico Mexicano luego del trabajo y la intervención de organismos como el Comité Olímpico Internacional (COI) y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED).
El pasado noviembre, Ricardo recibió la credencial que contiene el nombre que lo identifica como hombre y que lo acredita como miembro permanente del Comité Olímpico Mexicano. Este es un hecho histórico, ya que Ricardo se convirtió en el primer hombre abiertamente transgénero en formar parte del COM.
“Cuando yo le comente al Comité Olímpico Internacional sobre mi transición tuve al apoyo al 110%, me brindaron todo su apoyo. En el caso del COM no había protocolos, prácticamente estaban abriendo brecha conmigo sobre como tratar el tema, ahí estuvimos trabajando de la mano y se logró un acuerdo”, explica Ricardo sobre este proceso.
“Fue así que en la pasada asamblea ya acudí con mi nueva identidad… fue ahí donde el secretario general del Comité Olímpico Mexicano anunció a toda la asamblea que hice mi cambio legal y que por lo tanto sigo siendo miembro permanente, no se tenía que discutir absolutamente nada”, señala el atleta.
Su trayectoria; un camino para encontrarse y una lucha
Ricardo Inició su trayectoria deportista cuando aun era adolescente y se identificaba como mujer, la década de los noventa fue la época más fructífera de su carrera, pues asentó su futuro y lo colocó como un destacado atleta.
El ex taekwondoin ha sido acreedor de tres medallas de bronce en distintos campeonatos del mundo: Atenas 1991, Manila 1995 y Hong Kong 1997. Asimismo, ganó una medalla de oro en la Copa del Mundo de El Cairo 1997 y una de bronce en Islas Caimán 1994, solo por mencionar algunos triunfos.
Obtuvo diversas medallas de oro, plata y bronce al participar en los Juegos Mundiales de la Haya Holanda 1993, los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Ponce 1993, Campeonatos Panamericanos en La Habana 1996, Heredia 1994 y Colorado Springs 1992; así como en los Juegos Panamericanos en Mar del Plata, Argentina 1995 y en Winnipeg, Canadá 1999. También participó en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000.
Ahora, tras varios años de una lucha personal para ser él mismo, Ricardo asegura, al hacer alusión a los principios de no discriminación e inclusión de la Carta Olímpica, la norma máxima del Movimiento Olímpico, que buscará visibilizar a la población trans y trabajar en un futuro con organizaciones civiles y deportivas para abordar el tema.
“No solo hay que trabajar en el deporte para las personas trans, sino para toda la comunidad LGBT… sin embargo, en cuanto al tema trans hay más dificultades porque la mayoría de nosotros decidimos hormonarnos, por ello el COI declaró desde el 2014 que se deben de hacer protocolos médica y científicamente hablando para abordar esta cuestión y nivelar las condiciones frente a deportistas cisgénero, esos protocolos apenas se están llevando a cabo en el mundo y México todavía no le entra”, explica en la entrevista.
“Uno de los objetivos interesantes es que todas la personas LGBT tengan la libre opción de poder ser y aspirar a ser competidoras o competidores olímpicos algún día, que nos representen en campeonatos del mundo… Es un trabajo muy duro, pero yo he platicado con varios presidentes (de organismos deportivos) y tienen mucho interés en que esto se pueda llevar a cabo”, señala.
Ricardo hace historia día a día ocupando espacios como hombre trans, lugares en los que el imaginario LGBTfóbico pensaría que no son para él. El atleta es miembro del del consejo directivo de la Confederación Deportiva Mexicana, una organización integrada por 72 federaciones deportivas de México, su finalidad es la organización y regulación del deporte federado en el país
Además, actualmente se desempeña como uno de los cuatro embajadores en América Latina de un programa mundial llevado a cabo por el Comité Olímpico Internacional que recibe el nombre “Carrera para Atletas”, en el cual se provee de herramientas a atletas para la vida después del retiro.
Tras hacer una retrospectiva de lo que ha sido su vida y de los retos que vienen, el atleta asegura que en México aún falta mucho por hacer en materia de inclusión y no discriminación hacia las personas LGBT en el deporte, una causa que se mira desdibujada, pero a la que su presencia da un contorno prometedor.
“En el movimiento olímpico en México no ha habido nadie que de la cara por la comunidad trans porque hay mucho miedo, porque falta mucha información y por ello puede haber mucha discriminación. Es cuestión de facilitar la información adecuada, que se capacite la gente para hacer que el deporte sea para todos”, explica.
Además comparte: “Me siento un recién nacido, viviendo y experimentando cada momento con una causa importante. Me gustaría mandarles un mensaje muy claro a toda a comunidad LGBT: simplemente sé tú, vive tu vida plenamente y no tengas miedo de hacerlo”