Por Ezio Mozciatti / De biobiochile / Fecha: 17 de agosto de 2019

El documental de Francisco Aguilar aborda la lucha de Claudia Ancapán Quilape, mujer trans de origen mapuche, que debió dar grandes luchas, sufrir mucha discriminación y una brutal golpiza.

“Llegamos el 83 desde Santiago”, dice Claudia, “en esos tiempos no existía nada de ésto”, refiriéndose a los temas de identidad de género.

No recuerdo haber sufrido burlas por parte de mis compañeros. Sí de los profesores, que diferenciaban muy claro hombres de mujeres”, afirma, al tiempo de relatar que, de muy chico, le gustaba jugar con muñecas y con las niñas.

Claudia Ancapán, en ese momento, vivía entre dos religiones (en un colegio católico, con una familia evangélica): 

“De la religión obtuve mucho miedo a Dios, a mi sexualidad”.

“La liberación se produjo al tomar contacto con el conocimiento”

Luego de obtener una beca indígena, optó por estudiar obstetricia en la Universidad Austral de Valdivia, lo que le permitió entender lo que le pasaba, lo que era “tener la enfermedad de la transexualidad”.

Durante el día, era J, pero “después de la Universidad era Claudia.”

“No me cuadraba con que fuera una enfermedad, porque yo lo pasaba bien”.

Discriminación, persecución y golpiza

“Fui perseguida por algunas instituciones y por compañeros. Un lugar (Universidad Austral de Valdivia) donde hay neo-nazis”. “El año 2005 recibí una golpiza”, “me botaron muchas piezas dentales, me reventaron la cara, me botaron en un basural (desnuda). 

“Usaban unos zapatos enormes, chaquetas de cuero, eran rubios y rapados. Los neo-nazis se divierten golpeando personas que consideran inferiores y yo era parte de esa inferioridad”, afirma en “Claudia tocada por la luna”.

“Terminé descubriendo quiénes eran, y mi gran dolor fue saber que eran de la misma Universidad donde yo estudiaba. Que eran padres de familia, de bebés que yo había traído al mundo”.

“El Sistema Público como mi gremio me cerraron las puertas” (por su condición de transexual), después vendrían tres años de cesantía.

“Muchas instituciones me catalogaron de enferma, de loca”, espero “que sepan por qué luchamos”, estoy “orgullosa de pertenecer a la diversidad”.

Finalmente, Claudia se pudo hacer una operación de reasignación sexual en el hospital Carlos Van Buren, en el Sistema Público que antes la había discriminado.

“La vagina estuvo siempre, lo que se concretó ahora es anatómico, físico”, afirma Claudia Ancapán, que mucho antes, en Tribunales, había ganado el derecho de cambiarse el nombre de pila.

“Soy una mujer muy apasionada, pero esa pasión también está en cuidar mi cuerpo”.

“Claudia tocada por la luna” hace referencia a un mito mapuche sobre unos guerreros tocados por la fuerza femenina de la luna, los que habrían tenido cambios en sus conductas sexuales (contraviniendo la versión -influenciada por los españoles y el catolicismo- de que no habría homosexuales entre los mapuches).

“Claudia tocada por la luna” tiene la virtud de profundizar en la vida de una persona que tuvo que luchar contra discriminaciones y violencias en momentos donde sus temas no eran parte de las discusiones, de los debates. Una mujer que logra sobreponerse y superar buena parte de las barreras -brutales algunas- que le pusieron sólo por su identidad sexual. El documental “Claudia tocada por la luna” lo hace desde la protagonista.

Las mayores falencias del documental es que no indaga en áreas que parecen importantes, como la familia de la protagonista, sobre el rol que tuvieron y tienen hoy en su vida, o en la pareja que tiene hace 10 años, desde mucho antes de la operación de reasignación sexual, para saber si él es víctima de discriminaciones, cómo ha vivido el proceso de cambio de Claudia, cómo la ha acompañado (parece raro que no la acompañe a la operación), o cómo es su relación con el mundo mapuche.

Desde este punto de vista, asume la historia de Claudia desde ella sin indagar en temas o áreas que ella no pone, o al menos eso es lo que transmite el documental.

Claudia tocada por la luna

Guión, dirección y montaje: Francisco Aguilar
Con Claudia Ancapan Quilape, Alex Corté
s
Año: 2018.
Duración: 65 minutos.
País: Chile.