¿Por qué las personas #trans viven tan poco?


Ideas producto de esta Nota:

Las altas tasas de asesinatos y fallecimientos de las personas tras son parte de un ciclo de fuertes violencias y exclusiones que se sufren desde la más pequeña infancia y hasta la edad adulta y donde los entornos violentos y de desigualdad permitan sobrevivir.

Por lo tanto, la negación de la infancias Trans implica invisibilizar y despolitizar desde una mirada cis-adultocéntrica estos contextos que trascienden lo etario pero que ahí inician, en los casos de las personas más pobres y racializadas, desde la infancia.

Es así que la CIDH considera la expectativa de vida promedio de las personas Trans en Latinoamérica de 35 años y la edad promedio en que las mujeres Trans, principalmente, ingresan al trabajo laboral es de 21 años de tal forma que lo que es para muchas su única fuente de ingresos para sobrevivir también sea una actividad bajo constante sospecha y persecución.

Muchas de ellas han pasado por la explotación infantil como única vía de supervivencia porque es mejor rechazar que existimos las personas Trans por lo que el entorno social y legal es indiferente hacia las familias que -envueltas entre contradictorios mandatos sociales- continuan sus vidas como de quien arranca la maleza de su huerto. Familia, comunidad, sociedad e instituciones públicas son corresponsables de estas cifras y, sobre todo, estas muertes.

Nos rasgamos las vestiduras de los casi 40,000 desaparecidos y nos emociona toda la violencia alrededor del narco de donde salen “sesudos “ programas de debate y se multiplican analistas políticos pero la mirada es indiferente para las niñas y mujeres desaparecidas y asesinadas ya que para ellas sólo hay silencio; de las personas activistas de los pueblos originarios que defienden sus recursos naturales que tampoco son importantes para acceder a una primera plana y mucho menos a la justicia ; y al final, las agresiones en la familia y en la escuela a las infancias Trans siguen siendo toleradas por las personas adultas mientras en la calle se siguen burlando y acosando -y a veces agrediendo como en la peluquería de Puebla- a cualquier persona Trans e incluso participando en las agresiones por acción u omisión hacia personas trans de sus propias familias o vecindades.

El giro macabro es el avance de algo llamado “objeción de conciencia” que es sumamente peligroso en estos fuertes contextos de violencias presentes a lo largo de toda estas trayectorias de vidas. Y la respuesta de las personas y medios que generan opinión pública en el país es el histórico silencio y la soberbia indiferencia. Mientras, cada año las cifras de asesinatos a personas trans siguen en aumento. R. G.

Rebeca Garza

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: