La Alianza por las Vidas y Dignidad Trans* presentan:
“Desmontando el Cissexismo como Régimen Sexual: No me odias pero tampoco me miras como tu igual“ con:
Jessica Marjane, presidenta de la red de juventudes trans, abogada a favor de una mirada anti punitiva. Colaboradora con SCJN y CNDH.
Tuss Demian Fernandez presidente del Consejo de Participación Ciudadana y de Derechos Humanos e igualdad entre géneros de Puebla y consejero del comité municipal contra la discriminación en Puebla y uno de los impulsores de la #LeyAgnes aprobada en Puebla en 2021.
Ilsa Aguilar, socióloga, presidenta de QuereTrans y activista por los derechos humanos y de las personas con VIH.
Ericka López Sánchez es Profesora-investigadora de la Universidad de Guanajuato. Red de politólogas.
Modera: Rebeca Garza, funcionaria electoral e integrante de QuereTrans.
APUNTES INTRODUCTORIOS
El prefijo “cis” en contraposición al prefijo trans, señala Blas Radi en “Notas (al pie) sobre cisnormatividad y feminismo”, surge en las comunidades trans norteamericana en los años 90 como recurso interpretativo que desafía el prejuicio de que las personas que no son trans son “normales”, “naturales” o “verdaderos” . Este prejuicio da forma a discursos y practicas jerárquicas y asimétricas legitimadas socialmente y que se la dado por nombre de cissexismo o cisnormatividad y que construye jerarquías estructurales alrededor del binario de género y la diferencia sexual como también lo señalan Radi, Enke y Serano.
Estos conceptos permiten identificar prácticas que se han identificado como privilegio cisgénero, cissexual o cis. Julia Serano lo define como “el doble estándar de que promueve la idea de que la identidad de las personas trans son distintas y menos legítimas que los de las personas cis”. Serano señala que este privilegio está montado en dos procesos, uno es el proceso activo y compulsivo en que se asigna el género de las personas en nuestra interacción cotidiana a partir de pocas señales visuales o auditivas, principalmente las características sexuales secundarias y la expresión de género. Este proceso oculta su carácter especulativo dentro este régimen sexual dado que esta asignación que define como “generización” suele coincidir con el de la persona en cuestión, situación que no suele suceder con las personas trans, no binaries, intersex y en algunas peculiares ocasiones, personas cis.
El otro proceso en el que se monta el privilegio cis le denomina Serano “sobre entendido cisgénero” que consiste en como las personas cis proyectan su cisgeneridad como una realidad inherente al ser humano lo que da forma a la cisnorma como una realidad que se da por sentada entre la interacción cotidiana entre las personas, en la construcción de normas, leyes e instituciones así como en la producción de conocimiento que no solo excluye a las personas trans y sus experiencias en primera persona sino que este régimen participa activamente en su marginación y exclusión cotidiana e histórica.
Ejemplos de prácticas cotidianas de este privilegio se pueden mencionar los siguientes:
- Nadie cuestiona a qué sanitario pueden ingresar como sucede con las personas trans.
- Nadie les cuestiona si son un hombre o una mujer de verdad. Tampoco les dicen “qué bien te ves para ser mujer u hombre”.
- Nadie desacredita su identidad de hombre o mujer por qué no “pasan” como tal o por la apariencia, ya sea por la voz, la altura, o ciertas características físicas que se relacionan con estereotipos sexuales y de género.
- Todas las personas asumen inmediatamente, sin cuestionar, que son el hombre o mujer que manifiestan o proyectan ser.
- Las vivencias relacionadas con la identidad de las personas cis no son consideradas una enfermedad mental que deba ser curada o una falta a la “moral o las buenas costumbres”.
- A las personas cis no les niegan el acceso a lugares públicos como restaurantes, centros comerciales, antros, sanitarios porque su imagen “no va con las normas del lugar” o por ideas esencialistas alrededor de la genitalidad.
- A las personas cis no les rechazan en la escuela, o cuando buscan trabajo por el nombre y el sexo que aparece en su acta de nacimiento y documentos oficiales o por cómo lucen.
- Ni mucho menos se les exigen que tengan que pasar tratamientos hormonales o quirúrgicos para validar su identidad.
- A las personas cis no las expulsan de sus hogares por ser expresión o identidad de género.
- Tampoco la policía les detienen ilegalmente al verles en la calle al suponer que son criminales o por principios caducos como atentar contra la moral sólo por la apariencia.
- Tampoco les insultan verbalmente, ni les golpean, ni les asesinan solo por su expresión o identidad de género.
Estos discursos y prácticas jerárquicas se intersectan con el sistema racista, capacitista, sexista, endosexista lo que vuelve complejas las dinámicas de violencia que detonan pero no por complejas dejan de existir.
Los prejuicios sin ser atendidos y en contextos donde se legitima esta mirada jerárquica y asimétrica es terreno fértil para el surgimiento del miedo o aversión irracional manifestada en odio en contra de las personas trans, con especial énfasis en el rechazo su la identidad y expresión de género y que se le ha dado el nombre de transfobia.
Estas ideas, discursos y prácticas perpetúan el mensaje de que quizás no nos odian pero no nos ven como su igual en particular cuando esto justifica la indiferencia y los tratos diferenciados que sostienen los contextos de violencia y exclusión que viven cotidianamente las personas trans* y que se han incrementado en los últimos años en México.
Rebeca Garza
@Rivka_Azatl
rbk_garza
@Queretrans
OBJETIVO
Conversar con mirada crítica acerca de las prácticas y discursos cissexistas aún normalizados acerca de las personas trans y no binarias producto de una mirada asimétrica y desigual en contextos académicos, político-electorales, de sociedad civil organizada y dentro de la lucha de la exigencia de reconocimiento de derechos.
PREGUNTAS DETONADORAS:
a. ¿Cómo entendemos el cissexismo? Cissexismo y transfobia: ¿diferenciarlos o no? A partir de estos conceptos, como entendemos a los discursos trans excluyentes y también cómo entender la “tibieza” alrededor de estos discursos y prácticas?
b. ¿Cómo hemos visto, sentido, reconocido y denunciado las prácticas y discursos cissexistas en los diferentes espacios en los que hemos participado?
c. Evidenciando asimetrías: qué discursos y prácticas reconocemos aún vigentes y normalizados en la Marchas #8M y en otros espacios. ¿Cómo se exige reconocimiento y reparación así como no repetición por los costos derivados de la transfobia y el cissexismo ?
d. Conclusiones o mensaje final .

