
Esta escena me hizo recordar mi primer amor platónico en 1o de secu en San Nicolás de los Garza: él de Chiapas, Alejandro Gonzalez Zepeda y yo originaria de Veracruz. A pesar del acoso escolar me acompañaba a la parada del camion. De repente se mudó.
Nunca en la vida volví a saber de él. Suelo ser desmemoriada pero hasta recuerdo su numero de lista. Cuando no había Maestra iba a mi pupitre, se ponía en cuclillas y me sacaba la platica porque yo literal del miedo no me movía de ahí.
Era el más guapo del salón, más desarrollado y las niñas querían con el y era súper reventado y respetado por los niños. Darse su tiempo para estar conmigo no le generaba el acoso que yo recibía. Duró como de agosto a noviembre. Fue la época más feliz para mi en la secu.
Me hacía reír, podía tomar mi autobús frente a la secu pero caminábamos mucho para pasar más tiempo juntos. Yo siempre andaba con la prisa porque mi mamá y mi papá sabían de mi hora de salida y cuánto tardaba en llegar y si me extendía mucho me regañaban. Fui muy sobreprotegida
Justo en esa época sonaba mucho una canción de Ana Gabriel que se llamaba “Evidencias” y, a pesar de mi tierna edad, me sentía tan identificada con la letra que desde entonces esa canción me remite a ese momento de mi vida.
Rebeca Garza / @Rivka_Azatl
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