El sistema de justicia en México está compuesto principalmente por el Poder Judicial de la Federación, el cual se deposita en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en los tribunales colegiados y unitarios de circuito, en los juzgados de distrito y en el Consejo de la Judicatura federal[1]. Esta estructura se encarga de la impartición de justicia, el debido proceso y la protección de los derechos humanos.

En el Código Nacional de Procedimientos Penales se establece todo lo relativo al Sistema Penal Acusatorio para la impartición de justicia[^2]. Este sistema se basa en los principios rectores del debido proceso, la presunción de inocencia, la imparcialidad y la responsabilidad penal[^2]. Estas normas garantizan que todos los acus​reciban un juicio justo.

Además, el nuevo sistema de justicia penal incluye tres etapas supervisadas por un Juez distinto[^3]. En la etapa de investigación, el Juez de control revisa que la investigación arroje los datos que indiquen la probable participación de la persona imputada en el delito investigado[^3]. En la etapa intermedia, el Juez de enlace determina si hay suficientes elementos para llevar a cabo un juicio oral[^3]. Por último, en la etapa de juicio oral, el Juez de sentencia determina si el acusado es culpable o inocente[^3].

En el ámbito local, el sistema de justicia se compone de los tribunales de justicia locales, los tribunales de distrito, los tribunales de lo contencioso administrativo, los tribunales de lo familiar y los tribunales de lo mercantil[^4]. Estos tribunales se encargan de impartir justicia en los asuntos civiles, familiares, mercantiles y administrativos.

Además, el sistema de justicia en México incluye métodos alternativos de solución de controversias, como la mediación, la conciliación, la negociación y la arbitraje[^4]. Estos métodos permiten a las partes involucradas llegar a un acuerdo sin tener que pasar por el proceso judicial.

En conclusión, el sistema de justicia en México se compone de una estructura federal y local que se encarga de la impartición de justicia, el debido proceso y la protección de los derechos humanos. Esta estructura incluye los tribunales de justicia locales, los tribunales de distrito, los tribunales de lo contencioso administrativo, los tribunales de lo familiar y los tribunales de lo mercantil, así como métodos alternativos de solución de controversias.

Fuente:

  1. https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/1/